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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hallan una necrópolis islámica del siglo XII cerca del Barranc dels Molins

Uno de los cuerpos recuperados en la excavación de L'Horta del Pont, en Ibi INFORMACION
A. TERUEL Una excavación arqueológica ha permitido el hallazgo de una necrópolis islámica o "maqbara" en la finca L'Horta del Pont de Ibi, en las inmediaciones del Barranc dels Molins. El lugar de enterramientos probablemente habría pertenecido a una alquería próxima y se habría utilizado desde comienzos del siglo XII hasta la ocupación cristiana de la Foia de Castalla, a mediados del XIII, según explica el director de los trabajos, el arqueólogo ibense José Lajara.El proyecto ha sido financiado por el Ayuntamiento de Ibi y ha contado con la colaboración de la familia Sanjuán, propietaria de la finca, que fue incluso quien promovió los trabajos. Así, el arqueólogo señala que los dueños de los terrenos habían observado la existencia de restos humanos en la riba de separación de dos bancales, por lo que decidieron ponerlo en conocimiento de expertos. De este modo se pudo intuir la existencia de dos cuerpos, por lo que se procedió a iniciar la excavación. Las tareas han resultado finalmente en el hallazgo de ocho cuerpos, tres de los cuales correspondían a personas fallecidas a una edad temprana.El área trabajada es de sólo 14 metros cuadrados, pero la presencia de algunos cuerpos puestos sobre otros hace pensar, según Lajara, en un uso prolongado en el tiempo. Además, alude a la coincidencia de varios rasgos habituales en el rito de enterramiento de la religión musulmana, como la colocación de los cadáveres en fosas de planta rectangular con los lados redondeados, orientadas al noreste o suroeste, y con los cuerpos en posición de cúbito lateral derecho, con la cabeza hacia el sur o suroeste. El arqueólogo apunta que los brazos y las piernas estaban "muy juntos", de lo que se deduce que "se les habían atado las extremidades" antes de enterrarlos. Esto podría ser también una práctica habitual, realizada antes de envolver a los muertos en sudarios.Lo restringido del espacio excavado "impide conocer detalles del espacio funerario", de igual forma que la "ausencia de elementos materiales" hace que tampoco se pueda determinar con mayor exactitud la época de inicio de utilización de la necrópolis. De cualquier forma, en la Carta Arqueológica de Ibi -de la que el propio José Lajara es autor- se ha documentado la existencia de varias alquerías islámicas en el término municipal, todas ellas al amparo de las fortalezas del Castell Vell y Castell Vermell, en el Barranc dels Molins y el cerro de Santa Lucía, respectivamente. Los cuerpos hallados serán sometidos a un estudio antropológico, con el cual se podrá, según Lajara, "conocer mejor el poblamiento durante la época islámica" en esta zona. Al respecto, se sabe que algunos de los asentamientos de la Foia de Castalla datan de en torno al siglo X, si bien, reitera el arqueólogo, el yacimiento de L'Horta del Pont sería posterior. En este caso, al igual que en el resto de alquerías musulmanas, se habría aprovechado la abundancia de agua para el establecimiento de población y el cultivo de las tierras, algo que se sigue haciendo en la actualidad en esta finca. Así, se aprovecharían, al igual que hacen hoy día las acequias, los caudales del Riu de les Caixes, que baja del Barranc dels Molins, discurre muy próximo a este lugar. Asimismo, el propio barranco serviría, según incide Lajara, como una vía de comunicación con el exterior.

Localizan el barco traficante de esclavos Trouvadore

Los arqueólogos marinos han localizados los restos del barco español Trouvadore de tráfico de esclavos, que naufragó frente a las islas de Turcos y Caicos en 1841, y cuyas víctimas que sobrevivieron son los antepasados de muchos de sus actuales residentes.
Unos 192 africanos sobrevivieron al naufragio y al llegar a esas islas de dominio británico quedaron automáticamente en libertad al haber prohibido la corona inglesa la trata de esclavos.
Al correr de los años los restos del naufragio fueron olvidados, dijo el investigador Don Keith. Cuando el descubrimiento ligó el barco con los residentes de hoy, la respuesta fue "chocante, una falta de comprensión", explicó Keith en una conferencia de prensa organizada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés).
Empero, tras circular la noticia, "la gente la aceptó", indicó Keith, y el museo local colaboró con los investigadores. Agregó que son los únicos restos conocidos de un barco dedicado a la trata de esclavos.
Keith y otros investigadores de la organización texana Ships of Discovery encontraron una carta en el Museo Smithsonian que mencionó el naufragio y comenzaron su búsqueda.
"El pueblo de Turcos y Caicos está directamente relacionado con este espectacular acontecimiento histórico, así fue cómo tantos de ellos acabaron allí. Esperamos que este descubrimiento animará a los residentes de Turcos y Caicos a proteger e investigar su historia local, especialmente la historia que sigue bajo el agua".
"Realmente es un misterio, es una historia de detectives", agregó la arqueóloga marina Toni Carrell.
"Hacemos todo esto al reconocer la importancia de la historia. Es una parte importante de la historia de Turcos y Caicos", agregó la mujer.
El equipo pudo determinar que las autoridades de las islas destinaron a los africanos al aprendizaje de oficios durante un año y luego les permitieron residir en el archipiélago, especialmente en Gran Turco. La tripulación española fue detenida y entregada a las autoridades de Cuba, a la sazón colonia española.
Una carta de 1878 se refiere a los africanos del Trouvadore como la parte esencial de la población trabajadora de las islas.
Cuando los restos fueron descubiertos en el 2004 fueron bautizados con el nombre de Black Rock porque los investigadores no estaban seguros de su identidad. Desde entonces quedaron convencidos por las fechas y el diseño del barco que era el Trouvadore.
"No tuvimos la suerte de poder encontrar la campana con el nombre de 'Trouvadore'", dijo Carrell. Las partes útiles del barco fueron recuperadas antes de que los vientos y las corrientes le movieran a aguas más profundas.
"Es raro y emocionante encontrar los restos de un naufragio tan importante y que fue olvidado durante tantos años", dijo el arqueólogo marino Frank Cantelas, de la Oficina de NOAA para la Exploración e Investigación Oceánica.
El equipo descubrió además los restos del bergantín Chippewa, construido para la guerra de 1812 y que fue dedicado a la persecución de piratas hasta que se hundió en 1816. Fue identificado por su singular artillería, las carronadas, un cañón naval corto montado sobre correderas.
Los investigadores indicaron que Turcos y Caicos poseen ahora una de las mejores colecciones de carronadas.
NOAA aportó unos 178.000 dólares para la búsqueda.
Tomado de: http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/50noticias/7663512.html

Cambio climático extinguió osos de Europa milenios antes de lo que se creía

Los osos de las cavernas de Europa desaparecieron alrededor de 13.000 años antes de lo que se creía, según revela un estudio divulgado hoy por la revista 'Boreas'.La extinción ocurrió hace unos 27.800 años y coincidió con un importante cambio climático, conocido como la 'Ultima Glaciación Máxima', cuando el descenso de las temperaturas redujo la vegetación que era el ingrediente principal de los osos 'Ursus spelaeus'.Esos animales formaban parte de lo que se conoce como la 'megafauna' en la que se incluían los mamuts y los rinocerontes lanudos, el ciervo gigante y el león de las cavernas.Según los científicos Martina Pacher, del Departamento de Paleontología de la Universidad de Viena (Austria) y Anthony Stuart, del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido), su estudio determinó que no hubo participación humana en esa extinción.El grupo utilizó nueva información y registros existentes de radiocarbono encontrados en las cavernas de esos osos para construir su cronología y su extinción.'Nuestro trabajo demuestra que el oso de las cavernas, junto con la megafauna que se extinguió durante la última glaciación en Europa, fue uno de los primeros en desaparecer', señaló Pacher.Para determinar la desaparición de los osos de las cavernas los científicos estudiaron la anatomía de sus cráneos, el colágeno de sus huesos y dientes.El análisis determinó que eran predominantemente vegetarianos y que su dieta estaba compuesta por plantas de alta calidad.Su modo de vida, altamente especializado así como su dieta y su limitada distribución en el continente, lo hicieron vulnerable al enfriamiento del clima y a la disminución de su fuente alimentaria, señalaron.Otros estudios habían indicado que los osos sobrevivieron hasta hace unos 15.000 años, pero los científicos afirman que incluían muchos errores y confundieron los osos de las cavernas y los osos pardos.
Tomado de: http://actualidad.terra.es/ciencia/articulo/cambio-europa-climatico-extinguio-osos-2913106.htm