Imagen del poblado de Ses Païsses, donde se fechó el nuevo dato sobre el inicio de la cultura talayótica
Los datos surgidos de la excavación de Ses Païsses sitúan su nacimiento en el 1100 antes de Cristo, no en el 800
MARIANA DÍAZ
«El talayot de Ses Païsses es el más antiguo de Mallorca, según han probado los análisis de radiocarbono». Así de contundente lo afirmó el arqueólogo Javier Aramburu, director de las excavaciones en el citado poblado, situado en Artà, y en Cas Canar, en Sencelles, que cuentan con la colaboración del Consell y de los ayuntamientos de ambas localidades. La investigación sobre los hallazgos surgidos en las campañas avanza y de sus resultados puede confirmar que «la cultura talayótica es 200 años más antigua de lo que se creía hasta ahora, retrocede hasta el año 1100 antes de Cristo, cuando las fechas que se daban hasta ahora estaban en torno al ochocientos y pico».
De estos descubrimientos se deduce, según este arqueólogo, «que la cultura talayótica estuvo en contacto con la anterior, que, durante casi doscientos años, estas dos culturas estuvieron conviviendo». Eran dos grupos de población distintos en su manera de vivir.
Además, los nuevos datos «liquidan la teoría de que los talayots eran monumentos parecidos a los de otras islas del Mediterráneo como Cerdeña, o como se creía anteriormente, que provenían de Grecia».
Los talayots, asegura, «no aparecen de la nada, hubo una evolución», y con la nueva datación «queda claro». Los análisis de radiocarbono que la han dado se hicieron en el Instituto Real del Patrimonio de Bélgica.
Las excavaciones en Ses Païsses han permitido, añade Aramburu, datar el inicio y el final de la cultura talayótica que, según sus teorías, sucumbió por un colapso producido por superpoblación. Si el inicio tiene ahora nueva fecha, 1100 a. de C., el final lo sitúa en torno al 600, 700 a. de C., «porque en este momento las cifras que da el radiocarbono no son tan precisas».
En el poblado de Ses Païsses hubo una gran sequía y una destrucción del poblado producida por un momento de crisis; es lo que Aramburu, trayéndolo al lenguaje de nuestros días, denomina «la primera gran crisis ecológica de Mallorca» y que se resume en superpoblación, sequía, hambre, destrucción, abandono de los poblados. Fue una época de «convulsiones». En Cas Canar, dice el arqueólogo, se obtuvieron varias decenas de troncos de acebuche y de pino quemados, -producto también de la destrucción del poblado-, de más de diez centímetros de grosor, en algunos casos, en perfecto estado de conservación. A través del análisis de los árboles, combinados con estudios de semillas y de polen, «esto nos permitirá tener el marco climático de la cultura talayótica».
En Cas Canar se excavó en un talayot cuadrado, hay otro más, que forma parte de un centro ceremonial y en él «se ve claramente cómo colapsó la cultura talayótica en torno al año 600-700, fue un abandono repentino, como en todos los poblados de Mallorca». «El puzzle de la cultura talayótica está encajando» con la aparición de estos datos, reflexiona Aramburu.
Tomado de: http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+10+430089#top
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