Medio Ambiente descubrió la necrópolis en la excavación para instalar contenedores subterráneos
Autor:
Francisco Espiñeira
9/4/2008
Una obra de ingeniería civil descubrió un valioso tesoro que refuerza la identidad romana del Magnus Portus Artabrorum, hoy A Coruña. Ocurrió a pocos metros de la plaza de María Pita, en uno de los laterales del Teatro Rosalía. Una empresa contratada por el área de Medio Ambiente, que dirige Nieves Vázquez, para instalar unos contenedores subterráneos para la recogida de vidrio y papel se topó a tres metros de profundidad con el inesperado tesoro arqueológico. «Sabíamos que en la zona podía haber algunos restos, porque el asentamiento primitivo estaba en la zona y hay datos de que el Rosalía fue, hace alrededor de diecisiete siglos, una iglesia», cuentan responsables de la recuperación patrimonial de esta necrópolis.
De inmediato se cursó aviso a la Xunta para que, a través del departamento de Patrimonio, estudiase los vestigios hallados. «Eran dos túmulos en perfecto estado de conservación, no solo en las piedras exteriores, sino también en las momias», relatan desde el Ayuntamiento coruñés.
El hallazgo arqueológico tiene un gran valor desde el punto de vista histórico, pues revela el alto grado de romanización alcanzado en el Finisterre del Imperio. Pero a ese valor histórico no se le añadió más repercusión desde el punto de vista de recuperación patrimonial, por cuanto las prospecciones realizadas por los técnicos no revelaron la existencia de una necrópolis más amplia.
Análisis
Los huesos de la tumba principal fueron de inmediato trasladados al Laboratorio de Antropología de las Poblaciones Antiguas, que depende de la Universidade de Santiago. Allí, tras un detallado estudio que permitió datar los restos óseos y garantizar su consolidación, se ha preparado todo para devolverlos a su emplazamiento original.
«Vamos a crear un pequeño museo al aire libre protegido por un escaparate de cristal desde el que se podrá ver la necrópolis en su estado original, con una de las tumbas tapada para ver los dibujos originales y la otra, descubierta, enseñando el esqueleto del difunto», cuentan desde el departamento de Medio Ambiente.
Ese trabajo de recuperación supondrá un desembolso de más de 170.000 euros y las obras, que ejecuta una empresa especializada, Palladium, estarán concluidas antes del próximo verano. La peculiaridad es que entre las dos tumbas se insertará un espacio en el que se colocarán los contenedores subterráneos. «Pero no habrá peligro alguno para los restos, pues son de elementos no contaminantes y la solución cuenta con el beneplácito de todos los técnicos», afirman desde María Pita.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2008/04/09/0003_6718097.htm
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