JERUSALÉN (AFP) —
Una misteriosa estela que parece datar del siglo I antes de Cristo podría cambiar la percepción sobre los orígenes del cristianismo al revelar que los judíos ya creían en la llegada de un mesías resucitado antes de Jesucristo.
Esto es lo que afirma el investigador Israel Knohl, asegurando que su análisis de un texto hebreo inscrito en la estela podría "cambiar la visión que tenemos del personaje histórico de Jesús".
Por el contrario, otros investigadores se abstienen de sacar conclusiones tan radicales del texto, del que dan otras interpretaciones. Algunos dudan incluso de la autenticidad de la estela.
"Este texto puede constituir el eslabón perdido entre le judaísmo y el cristianismo, en la medida en que inscribe en la tradición judía la creencia cristiana en la resurrección del mesías", declaró a la AFP este profesor de estudios bíblicos de la universidad hebraica de Jerusalén.
La estela se encuentra en manos de un coleccionista, David Yislsohn, que vive en Zúrich (Suiza), que declaró a la AFP haberla comprado en Londres a un anticuario jordano. El monumento procedería de la orilla jordana del mar Muerto.
El texto en hebreo, de naturaleza apocalíptca, se presenta como la "revelación del arcángel San Gabriel". Está inscrito con tinta sobre la piedra, en 87 líneas, y algunas letras o palabras enteras han sido borradas por el tiempo.
El análisis de Knohl consiste esencialmente en decodificar la línea 80 donde figuran los términos "tres días más tarde" seguidos por una palabra medio borrada que, según el profesor, significa "vive". Según el investigador, el texto anuncia que el arcángel San Gabriel resucitará tres días después de su muerte al "príncipe de príncipes", una fórmula que en la tradición judía se aplica al mesías.
La paleontóloga Ada Yardeni es más prudente en lo que se refiere a la palabra "vive". "La lectura del profesor es plausible pese a que la ortografía utilizada en rarísima", afirma esta especialista de escrituras antiguas que publicó la primera descripción de la estela en 2007 en la revista de historia y arqueología israelí Cathedra.
Por su parte, el investigador israelí Yuval Goren, especialista en el descubrimiento de falsificaciones, afirma no haber "detectado ninguna muestra de falsificación en la textura de la estela". "Sin embargo, mi análisis no se aplicó a la tinta", subraya el director del departamento de arqueología y culturas antiguas de la universidad de Tel Aviv.
Por su parte, una arqueóloga que pidió no ser identificada expresó dudas sobre la autenticidad de este vestigio arqueológico. "Es muy extraño que un texto haya sido escrito con tinta en una estela y que se haya conservado hasta nuestros días. Para estar seguros de que no se trata de una falsificación habría que saber en qué circunstancias se descubrió la estela y dónde exactamente, lo que no es el caso", agregó.
El profesor Knohl debe presentar el martes su interpretación en un coloquio en Jerusalén con motivo del 60 aniversario del descubrimiento de los Manuscritos del Mar Muerto.
Tomado de: http://afp.google.com/article/ALeqM5gLPawEgRXjonvjdbnhXgH8NBHW3A
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