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jueves, 1 de mayo de 2008

El Arca do Barbanza estuvo amenazada por una reforestación

C. QUEIJEIRO

Los comuneros que impulsaron la plantación dicen que no conocían la existencia de los restos arqueológicos
Se trata del máximo exponente del megalitismo que hay en la sierra, según los arqueólogos
Autor:
María Hermida
29/4/2008

Distintos arqueólogos aseguraban ayer que el Arca do Barbanza es la máxima representación del megalitismo en la comarca. De hecho, insistían en que se trata de uno de los yacimientos más importantes de todo el noroeste peninsular, con unos 5.000 años de antigüedad a sus espaldas. De ahí que considerasen gravísimo lo sucedido en los últimos meses, en los que una reforestación puso en peligro estos restos milenarios. Afortunadamente, los trabajos se pararon cuando las máquinas desbrozadoras estaban a unos metros de las piedras.
La historia empezó cuando, a raíz de una denuncia, tanto desde la Xunta como desde el Seprona empezaron a investigar si era cierto que la actuación que estaba haciendo una empresa para plantar árboles en la zona hacía que las máquinas se acercasen peligrosamente al yacimiento, y que incluso empezasen a verse piedras milenarias con signos de deterioro.
Tanto los agentes del Seprona como la dirección xeral de Patrimonio descubrieron que, efectivamente, los trabajos no iban acordes con la condición de zona protegida del Arca do Barbanza. Debido a ello, tomaron dos medidas: abrieron un expediente a la empresa que estaba realizando la reforestación y avisaron al Concello de Boiro para que la mandase parar. Ayer, el concejal de Urbanismo, Xoán León, indicó que tan pronto como se recibió esa orden se paralizó la plantación. «Obrigóuselle a deixar a actividade haberá case un mes», dijo el edil.
Pese a que la Administración tomó cartas en el asunto, varios arqueólogos insistían ayer en que quizás las medidas llegaron tarde y que es posible que el paso de máquinas desbrozadoras haya dañado algunos restos. De hecho, insistían en que los trabajos llegaron hasta la base del complejo arqueológico.
Ayuda de la Xunta
Lo curioso del asunto es que la plantación contaba con el apoyo de la Xunta. No en vano, la historia de esta reforestación se inició cuando los comuneros de Runs, Teaño y otras ocho aldeas de Boiro pidieron una subvención de 30.000 euros a la Administración autonómica para plantar tanto pinos como abedules en esta zona de la sierra barbanzana.
Jesús Manuel Romero, presidente de la comunidad de montes, dijo que la ayuda les vino aprobada sin problema alguno y que, por tanto, una empresa se puso manos a la obra con la reforestación. Su sorpresa vino cuando empezaron a oír rumores de que la actuación entraba en conflicto con Patrimonio. «Antes de que me chegara a carta do Concello detendo a plantación nós xa estabamos co tema de parar, porque xa oiramos os problemas que había polo medio», señala Romero.
El hombre cuenta que, aunque pidieron la subvención y el permiso del distrito forestal, nadie les advirtió del asunto del yacimiento. También explica que en los planos que ellos tenían del monte la Arca do Barbanza no aparecía y que, por tanto, jamás pensaron que tendrían problemas con la plantación. «Como iamos pensar nós que aí había iso se ninguén nolo dixo e se nos planos non viña. O único que queriamos era reforestar un terreo que quedou moi afectado polos lumes do 2006».
Romero no entra ni sale en si se debió parar o no la actuación, pero sí dice que, a raíz de todos estos problemas, la empresa lleva tres meses con los trabajos a medias y teme que se pierda la ayuda. «Seguramente acabemos perdendo os cartos».
Rede Natura
Precisamente, la plantación que ahora está parada también recibió numerosas críticas hace meses por parte del colectivo Adega. Más allá de afectar o no a los restos arqueológicos, lo que resultaba «aberrante» para los ecologistas era que la consellería subvencionase una plantación de pinos en el corazón de la sierra . ¿Por qué? Dicen que con este tipo de actuaciones se hace un flaco favor al ecosistema del entorno y que, encima, se minimizan las posibilidades de que la zona sea incluida en la Rede Natura.
Fins Eirexas, responsable de Adega, hablaba ayer con contundencia de este asunto: «Dende Adega preocupámonos por esta actuación e denunciamos posto que temos un compromiso de Medio Ambiente para incluír ese espazo na Rede Natura e a plantación non é sustentable nin vai acorde co entorno».
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2008/04/29/0003_6774577.htm

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