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jueves, 12 de junio de 2008

Un hámster de una tonelada

Los descubridores del cráneo, ante la vitrina en que se expone. / EFE


Vivió hace cuatro millones de años, pesaba casi una tonelada y sin embargo era familiar de los hámsters: se trata del 'Josephoartigasia monesi', el roedor más grande de todos los tiempos, cuyo cráneo fue presentado ayer en Montevideo. La revelación de este cráneo fósil hace unos meses por los científicos Andrés Rinderkneckt y Ernesto Blanco marcó un hito en la paleontología mundial.
El fósil, de más de medio metro de longitud, ofrece una idea muy precisa de este animal que habitó Sudamérica hace casi cuatro millones de años, perteneciente a una especie emparentada con los actuales hámsters. Es el primer cráneo hallado de un animal del que se sabía que había existido, pero sobre el que no se habían encontrado restos completos.
El roedor prehistórico medía 2,5 metros de largo y su peso rondó entre las dos toneladas y media y la media tonelada, aunque este ejemplar estaría más cerca de la tonelada, según subrayaron los dos científicos.
Blanco y Rinderknecht fueron los autores de la investigación publicada en enero en la revista 'Proceedings of the Royal Society of London' que sacó a la luz el descubrimiento. El hallazgo del cráneo en sí, sin embargo, lo realizó el paleontólogo aficionado Sergio Viera hace dos décadas en las Barrancas de Kiyú.
Archivado 20 años
El cráneo permaneció 'archivado' en los anaqueles del Museo Nacional de Historia Natural y Antropología hasta que estos jóvenes científicos comenzaron a estudiarlo en 2005 y se percataron de la importancia real del hallazgo.
En la presentación del cráneo, el físico Ernesto Blanco citó a Confucio para señalar que «una buena imagen vale más que mil palabras» y, así, refutar la tesis de una científica canadiense que afirmaba que el roedor gigante no pasaba de los 350 kilogramos.
Rinderknecht explicó que queda mucho por hacer para conocer la vida que llevaban los 'Josephoartigasia'. «Ahora estamos estudiando la fuerza de mordida de este herbívoro», explicó, para conocer no sólo sus hábitos alimenticios, sino también las zonas en las que pudieron existir colonias.
El científico aseguró que «quedan muchos descubrimientos aún por revelar», que esperan en los estantes del Museo de Ciencias Naturales, tras haber sido aparcados durante décadas.
Tomado de: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080611/sociedad/hamster-tonelada-20080611.html

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