Dos operarios, en la parte que se ha descubierto en las invetigaciones de este verano
Autor de la imagen: FOTOS: PALACIOS
Las excavaciones de este verano vuelven a ofrecer la aparición de monedas y de una pieza de oro
Autor:
Xosé María Palacios
Los trabajos de investigación que se realizan este verano en el castro de Viladonga están resultando valiosos para el conocimiento de la estructura interna del recinto y de las formas de vida en el tiempo en que estuvo habitado. La aparición de nuevos restos completa, por un lado, la que se produjo el verano pasado, pero al mismo tiempo abre nuevas vías de investigación.
Los hallazgos exteriores han consistido hasta ahora en la aparición de restos de dos viviendas del recinto, descubiertas además en el mismo espacio. Uno de los restos corresponde a restos de una estancia que debió de pertenecer a la misma vivienda cuyo descubrimiento tuvo lugar el año pasado. Sin embargo, el arqueólogo Emilio Ramil, responsable de los trabajos de este verano, explicó esta misma semana que por ahora no se podía concretar a qué parte de la vivienda habían correspondido.
Otro de los restos descubiertos ha sido localizado muy cerca de esa estancia y corresponde a una vivienda independiente, situada más cerca de la muralla que rodeaba el recinto. Puede considerarse, como afirmó Ramil, que pertenece a la misma época que la otra vivienda.
El tercero de los hallazgos ha aparecido debajo de los restos de la estancia encontrados este verano. Se trata de restos de una vivienda probablemente anterior a las otras dos, aunque con una cronología pendiente todavía de precisar. Ramil reconoció en días pasados que el hallazgo había sido en cierto modo «unha sorpresa», si bien agregó que tampoco resultaba un hecho inusual en este tipo de excavaciones.
Mismo material
Ramil sí precisó que el material empleado en la construcción, pizarra y esquisto, era prácticamente el mismo que el de las otras viviendas. La datación de esa estructura puede ser una de las próximas tareas, dentro de un proceso que resulta habitual en la profesión: la arqueología, dijo el responsable de las excavaciones, ofrece datos a la vez que aporta incógnitas.
La aparición de las viviendas ha tenido lugar en dos de las tres cuadrículas en las que se llevan a cabo. La tercera, ubicada muy cerca de las otras dos, puede corrresponder a una zona de paso que se dirigiese a la muralla. Los trabajos de este año, financiados por la Consellería de Cultura e Deportes, fueron supervisados en días pasados por Felipe Arias, director xeral de Patrimonio y anterior director del Museo de Viladonga.
Objetos variados
Por otra parte, en las investigaciones de este verano han aparecido también restos de objetos. Uno de ellos consiste en restos de una pieza que tiene oro entre sus elementos de fabricación. No es la primera vez que se da un hallazgo de este tipo, pues ya ocurrió algo así en el verano del 2006.
Los hallazgos de este apartado se completan hasta ahora con la aparición de un buen número de monedas: a mediados de esta semana se habían encontrado unas ochenta, acuñadas en bronce igual que las descubiertas el año pasado.
La directora del museo, Elena Varela, explicó esta semana que el material estaba sometido a trabajos de limpieza y de investigación. Su exposición al público se decidirá, agregó Varela, si se observa que esas piezas halladas pueden tener interés para los visistantes.
Al mismo tiempo, como ya informó este periódico el pasado domingo, se están realizando trabajos de consolidación en muros del castro, destinados a protegerlo contra la humedad y a corregir deterioros descubiertos en sus estructuras.++
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/lugo/2008/08/17/0003_7066680.htm
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