Dos arqueólogos analizan el muro que cerraba las termas. Uno apoya los pies sobre él y otro lo estudia desde abajo. J.A.GOÑI
La alcaldesa y los concejales contemplan uno de los enterramientos junto a la Catedral. J.A.GOÑI
A.O. . PAMPLONA
El sondeo arqueológico que el Ayuntamiento de Pamplona realiza junto al Zacatín del Mercado de Santo Domingo se ha saldado con un hallazgo que corrobora la existencia en la capital navarra de una población anterior a la llegada de Pompeyo. Hasta ahora, los únicos datos que apuntaban a esta presencia anterior a los romanos eran los aportados por las cerámicas que halló Mª Ángeles Mezquíriz en los alrededores de la Catedral en el año 1972.
Desde hace unos días los arqueólogos de Gabinete Trama han sumado a aquellos hallazgos nuevos restos de cerámica correspondientes también a la II Edad del Hierro (siglos IV-V a. C.). "Se trata de trozos de una olla y una copa, algunos hechos a mano y otros en tornos, y varios con adornos en forma de incisiones", explicaba ayer el arqueólogo José Antonio Faro. La localización en una "formación de ladera" hace indicar que el poblado originario de Pamplona ocupó la zona alta de Pamplona, la actual Navarrería, desde donde dominaba en entorno. La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento conoció ayer estos hallazgos .
100 sepulturas en San José
Otro de los puntos del recorrido fue el antiguo cementerio de la Catedral de Santa María en las excavaciones de la plaza de San José y en el tramo de la calle Navarrería situado junto al Instituto Navarro de Administraciones Públicas (INAP).
Desde el pasado mes de agosto los arqueólogos han localizado un total de cien enterramientos que han servido para confirmar el hallazgo que también en el año 1972 hizo Mezquíriz. El cementerio, que ocupaba todo el entorno de la Catedral, fue utilizado desde la Edad Media (siglo X al XV) hasta el año 1808 y en él se han encontrado hasta tres niveles de enterramientos, los más superficiales a 40 cm de profundidad.
En todos los casos las tumbas están orientadas con la cabecera al oeste y los pies al este, tal y como se enterraba según la tradición cristiana. Aunque la mayoría de los cuerpos se han encontrado en fosas simples, en algunos casos encajados en cistas de piedra. Los enterramientos cumplen con otro de los ritos funerarios cristianos que recomendaban enterrar sin ningún tipo de ajuar ni adorno. Únicamente en dos tumbas se encontraron una moneda y un pendiente y un anillo de bronce.
Otro hallazgo de estos sondeos es una conducción de piedra localizada junto a la fachada norte de la Catedral. Con unas dimensiones internas de 35 cm de altura y 35 de anchura, estaba cubierta por losas de piedra. El informe de los arqueólogos la asocia a una red de canalizaciones de pluviales que recogía el agua de lluvia que caía de los aleros de la Catedral. Esta canalización se utilizará ahora para alojar la nueva conducción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario