Vistas de página en total

domingo, 7 de diciembre de 2008

Nuevos descubrimientos arqueológicos enriquecen patrimonio de Siria

Arqueólogos de Siria anunciaron esta semana el descubrimiento de un tramo de la muralla exterior del Palacio de Raqqa, días después de otros hallazgos que enriquecen el patrimonio del país.
Los expertos de una misión nacional indicaron que, además del fragmento de la muralla, localizaron una imagen en bronce de león y lámparas hechas de cerámica, un hacha de metal, una botella de cristal y una colección de cristales.
También se ubicaron huesos junto a trozos de cerámica que datan de fecha anterior a la era Abbasí, de la cual es el citado palacio, prueba del gran dominio constructivo de la época.
La ciudad de Raqqa es una antigua localidad construida por Alejandro el Grande en el siglo IV (a.n.e.), pero poco se conserva de su época de esplendor, de la que destacan la Puerta de Bagdad, las murallas y el palacio de Qasr al-Binaat.
A comienzos de diciembre otro equipo de expertos del Departamento de Arqueología de Daraa halló un gran número de fragmentos de esculturas de humanos y animales que datan de un período previo a las eras pre-griega y pre-romana.
El suceso tuvo lugar en el sitio de Wadi Jillin, en el oeste de la región siria de Daraa, y consistió en pedazos de brazos, piernas y torsos pertenecientes a esculturas que fueron destrozadas mucho tiempo atrás por personas que creyeron contenían tesoros en su interior.
Según el director del referido departamento, Hussein Mashhadawi, esas reliquias pertenecieron a estructuras religiosas o templos, por lo que fueron recolectados, clasificados y preservados.
Los arqueólogos sirios junto a colegas polacos también ubicaron a mediados de noviembre restos de la que consideraron la más grande iglesia antigua cristiana y la cuarta de las más viejas descubierta en la zona de Palmira, con unos mil 500 años de construida.
Un pequeño anfiteatro y dos habitaciones para rituales cristianos fueron también localizados en el lugar, precisaron.
Palmira, 220 kilómetros al noreste de Damasco, fue en la era romana una parada obligatoria para las caravanas comerciales que cruzaban el desierto en la ruta hacia Mesopotamia y Persia, pero gran parte de la urbe fue destruida por los romanos en el siglo III (d.n.e.).
jf/ucl
Tomado de: http://www.prensa-latina.cu/article.asp?ID=%7B8CF1F204-4585-4EA7-BBA3-7034A5CD86AB%7D)

No hay comentarios:

Publicar un comentario