En la zona arqueológica, de 691 hectáreas, también abundan los cementerios acuáticos y estructuras habitacionales mayas
Sonia Sierra
El hallazgo en el año 2002 de restos humanos con más de 12 mil años —hasta ahora los más antiguos de América—, convirtió a Tulum en uno de los puntos más importantes para estudios de prehistoria y arqueología en el país.
Tulum, declarado Zona Arqueológica en 1993, es un área con una conservación excepcional. Es uno de los sitios más visitados por los turistas extranjeros y es escenario de una batalla legal porque empresarios hoteleros han construido desarrollos turísticos de manera ilegal en la zona protegida por dos decretos presidenciales.
Pero su riqueza no sólo estriba en la singular ubicación de ese asentamiento maya de cara al mar, sino también en los datos que ha revelado acerca de la vida humana durante la era del pleistoceno, así como detalles de la ocupación maya hacia el final del llamado periodo posclásico, esto es en los siglos XIII y XIV.
Dentro del programa de arqueología subacuática que se desarrolla en cuevas de la zona, se produjo el descubrimiento de los restos de dos mujeres y un varón, junto a restos de fauna de pradera, explica la arqueóloga Carmen Rojas.
“La mujer de Naharon se posiciona como el ser humano más antiguo en América. A diferencia de otros en Estados Unidos y Sudamérica, de los que sólo se ha encontrado el esqueleto, aquí tenemos el esqueleto en una posición original. Los restos nos ayudan a estudiar las poblaciones tempranas de América. Hablan de una vegetación diferente a la actual, tipo sabana, con animales de la familia del elefante y el mamut, camélidos, caballo americano, gliptodontes, lo que nos muestra que esta región no era una selva sino pradera. Ese proyecto lo dirige el paleontólogo Arturo González”.
Rojas dirige una investigación acerca de cementerios acuáticos mayas: “Trabajamos en un cenote que tiene 118 esqueletos y lo que se estudia es si se trataba de sacrificios humanos. Yo creo que es un tratamiento funerario en el que el depósito final eran los cenotes; tras remover los esqueletos de las tumbas se los llevaban al cenote como lugar de transición al inframundo maya”.
Adriana Velázquez, directora del Centro INAH Quintana Roo, desde hace 13 años, dice que Tulum es un sitio complejo como tema de investigación: “Es un sitio fundamental para entender la época posclásica, es decir, la última parte de la ocupación maya antes de la llegada de los españoles, más o menos entre el siglo XIII y el siglo XVI”.
En el área, aparte de la zona amurallada, hay un conjunto hacia el norte, que es Tancah, donde se están estudiando estructuras que no se habían explorado antes. Como parte de ese proyecto se hace el registro de los elementos arquitectónicos que hay en las 691 hectáreas de la zona.
“Todo lo habitacional y residencial de la ciudad es muy grande, está compuesto de pequeñas plataformas sobre las que se construían casas de gente común y corriente, áreas de cultivos, apiarios —para la producción de miel— hay un par de cenotes, barras que delimitan los predios prehispánicos. Estamos obteniendo información muy relevante respecto de la vida cotidiana en el área de Tulum”, dice Velázquez.
Tomado de: http://www.eluniversal.com.mx/cultura/57188.html
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