El equipo que estudia las piezas le acusa de «vulnerar la confidencialidad» de la comisión investigadora
11.10.08 -
M. JOSÉ CARRERO
VITORIA
Los arqueólogos encargados de excavar y estudiar Iruña-Veleia, a cuyo frente está Eliseo Gil, arremetieron ayer contra el lingüista Joaquín Gorrochategui por volver a cuestionar los hallazgos. Le acusaron de «vulnerar el protocolo de confidencialidad suscrito» por los miembros de la comisión que debe certificar la autenticidad de la inscripciones encontradas en el yacimiento.
En junio de 2006, el grupo de trabajo de Gil presentó un resto de cerámica del siglo III con la representación más antigua de Cristo crucificado. Avalados por varios expertos, detallaron que el dibujo formaba parte de un conjunto de 270 epigrafías o inscripciones y dibujos realizados también en piedra, huesos, metal, cerámica y madera. Además, revelaron la aparición de las primeras palabras escritas en euskera. Las dataron en los siglos III o IV, es decir, 600 años antes que las de San Millán.
En el marco del congreso internacional que Euskaltzaindia ha celebrado esta semana en Pamplona, Gorrochategui expuso una ponencia sobre el euskera antiguo. Durante su intervención, el filólogo reiteró sus ya conocidas dudas sobre las piezas halladas en Nanclares de la Oca. Por ello, consideró que, «mientras no se verifique su autenticidad», los lingüistas no pueden utilizarlas en sus trabajos científicos para defender la presencia del euskera en la Antigüedad. En declaraciones a EL CORREO, expresó después su «temor» a que «sean un fraude».
Los arqueólogos de Iruña-Veleia censuraron ayer al catedrático de Lingüística Europea y director del Instituto de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad del País Vasco. En un comunicado remitido a través de Eusko Tren -empresa pública que financia las excavaciones del yacimiento-, Eliseo Gil señala que partió de su equipo la propuesta de constituir una comisión de investigación con profesores de la UPV para llegar a un «dictamen consensuado» de los hallazgos. Los arqueólogos recalcan que los componentes de este grupo de trabajo, firmaron «un protocolo de confidencialidad entre todos los participantes y sus respectivos equipos y colaboradores». Es más, recuerdan que la potestad de realizar algún tipo de comunicación al respecto corresponde a la Diputación, propietaria del yacimiento.
«Resulta hiriente»
Por ello, la tercera intervención pública de Gorrochategui ha irritado a los arqueólogos, pese a que en ella no ha desvelado extremo alguno de la investigación en marcha. El lingüista -forma parte del equipo que estudia los textos en euskera- se ha limitado a expresar sus dudas, como lo hizo por primera vez en otoño de 2006 en este periódico.
Ahora hace un año, volvió a reafirmar las «serias objeciones» que desde el punto de vista de la Filología Vasca y Latina plantean las inscripciones. Lo hizo ante decenas de expertos participantes en un congreso sobre la lengua vasca organizado por la Cátedra Koldo Mitxelena de la UPV.
Esta semana, ha dado un paso más al expresar su «temor» respecto a que las inscripciones sean «un fraude». Los arqueólogos se sienten dolidos por esta expresión. «Es un tema muy grave» porque «pudiera comprometer no ya nuestra profesionalidad, sino lo que es peor, nuestra honorabilidad». Consideran que el filólogo «da pie a establecer una sencilla relación entre los investigadores responsables del hallazgo y el presunto 'fraude'. Y esto -concluyen- resulta hiriente».
Tomado de: http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20081011/sociedad/arqueologos-arremeten-contra-gorrochategui-20081011.html
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