A. TERUEL Una excavación arqueológica ha permitido el hallazgo de una necrópolis islámica o "maqbara" en la finca L'Horta del Pont de Ibi, en las inmediaciones del Barranc dels Molins. El lugar de enterramientos probablemente habría pertenecido a una alquería próxima y se habría utilizado desde comienzos del siglo XII hasta la ocupación cristiana de la Foia de Castalla, a mediados del XIII, según explica el director de los trabajos, el arqueólogo ibense José Lajara.El proyecto ha sido financiado por el Ayuntamiento de Ibi y ha contado con la colaboración de la familia Sanjuán, propietaria de la finca, que fue incluso quien promovió los trabajos. Así, el arqueólogo señala que los dueños de los terrenos habían observado la existencia de restos humanos en la riba de separación de dos bancales, por lo que decidieron ponerlo en conocimiento de expertos. De este modo se pudo intuir la existencia de dos cuerpos, por lo que se procedió a iniciar la excavación. Las tareas han resultado finalmente en el hallazgo de ocho cuerpos, tres de los cuales correspondían a personas fallecidas a una edad temprana.El área trabajada es de sólo 14 metros cuadrados, pero la presencia de algunos cuerpos puestos sobre otros hace pensar, según Lajara, en un uso prolongado en el tiempo. Además, alude a la coincidencia de varios rasgos habituales en el rito de enterramiento de la religión musulmana, como la colocación de los cadáveres en fosas de planta rectangular con los lados redondeados, orientadas al noreste o suroeste, y con los cuerpos en posición de cúbito lateral derecho, con la cabeza hacia el sur o suroeste. El arqueólogo apunta que los brazos y las piernas estaban "muy juntos", de lo que se deduce que "se les habían atado las extremidades" antes de enterrarlos. Esto podría ser también una práctica habitual, realizada antes de envolver a los muertos en sudarios.Lo restringido del espacio excavado "impide conocer detalles del espacio funerario", de igual forma que la "ausencia de elementos materiales" hace que tampoco se pueda determinar con mayor exactitud la época de inicio de utilización de la necrópolis. De cualquier forma, en la Carta Arqueológica de Ibi -de la que el propio José Lajara es autor- se ha documentado la existencia de varias alquerías islámicas en el término municipal, todas ellas al amparo de las fortalezas del Castell Vell y Castell Vermell, en el Barranc dels Molins y el cerro de Santa Lucía, respectivamente. Los cuerpos hallados serán sometidos a un estudio antropológico, con el cual se podrá, según Lajara, "conocer mejor el poblamiento durante la época islámica" en esta zona. Al respecto, se sabe que algunos de los asentamientos de la Foia de Castalla datan de en torno al siglo X, si bien, reitera el arqueólogo, el yacimiento de L'Horta del Pont sería posterior. En este caso, al igual que en el resto de alquerías musulmanas, se habría aprovechado la abundancia de agua para el establecimiento de población y el cultivo de las tierras, algo que se sigue haciendo en la actualidad en esta finca. Así, se aprovecharían, al igual que hacen hoy día las acequias, los caudales del Riu de les Caixes, que baja del Barranc dels Molins, discurre muy próximo a este lugar. Asimismo, el propio barranco serviría, según incide Lajara, como una vía de comunicación con el exterior.
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