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domingo, 19 de octubre de 2008

Hallan útiles de cazadores magdalenienses tras las primeras excavaciones en la cueva de Coímbre

Investigadores de la UNED comenzaron el sábado a trabajar en la gruta de Peñamellera Alta y ya han encontrado espátulas, punzones y otros restos La caverna fue descubierta en 1971 y nunca se había excavado en ella
14.10.08 -
EVA SANROMÁN
BESNES


La cueva peñamellerana de Coímbre será, por primera vez, protagonista de una investigación. Y, al parecer, tiene mucha información, «mucho potencial arqueológico», que dicen los expertos, por explicar del pasado más lejano a la sociedad contemporánea.
Un grupo de arqueólogos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), tutelados por José Yravedra y David Álvarez, comenzaron las primeras excavaciones el pasado sábado y seguirán allí hasta el próximo domingo. Hasta la tarde de ayer sólo habían profundizado en «cuatro centímetros de dos metros cuadrados». Suficiente para conocer que en la también llamada Cueva de Las Brujas, sita entre las localidades de Niserias y Alles, a la altura de Besnes, tiene «mucha información para aportar al objetivo principal: responder a los interrogantes sobre el poblamiento en Asturias».
Por el momento el equipo de arqueólogos ha dividido la cueva en dos zonas, la 'A' -donde se encuentro el grabado de un bisonte de 1,24 metros- y la 'B' y han comenzado las excavaciones en esta última, la más lejana a la actual entrada a la caverna y la única que no ha sido alterada por la mano del hombre actual. «Por el momento hemos hallado restos de indrustia lítica», explica Yravedra. Es decir, «utensilios de los cazadores magdalenienses -espátulas, punzones, partes de arpones-, restos de fauna que ellos se comieron -como astas de ciervos-, huesos quemados y carbones -de las hogueras que encendían-». Por el momento, pueden saber que «cazaban ciervos, cabras, corzo y grandes bóvidos». Y cuando concluyan esta primera campaña de investigación tal vez estén en condiciones de asegurar «cómo era el medio ambiente de la época». Lo harán una vez estén analizadas las plantas.
Mucha información
A pesar del poco terreno excavado hasta el momento «hemos sacado mucha información porque estamos consiguiendo las pautas de la economía cazadora». Y además «hemos hallado restos de ocre», lo que significa que la gruta podría contar con pinturas rupestres, aunque por el momento no han visto ninguna.
Con el tiempo y a medida que las investigación avance la información será a mayor escala. Por el momento el grupo de arqueólogos -que aunque ayer eran cuatro llegarán a alcanzar la decena- tiene previsto dividir las partes a investigar en metros cuadrados y éstos a su vez en zonas de 30 centímetros. De esta manera cuando todo esté excavado «podremos tener una referencia de, por ejemplo, donde encendían la hoguera para ponerse a su alrededor, dónde trabajaban, dónde despellejaban a los animales...». En definitiva, podrán recrear el escenario diario en el que se movían los pobladores.
No saben lo que encontrarán porque aún «estamos comenzando» pero aseguran que «en esta cueva tiene que haber ocupaciones más antiguas a los 15.000 años», señala Yravedra. «La caverna es demasiado grande», se justifica «y no descartamos encontrar huesos humanos».
Hace cuatro años
Se trata de un proyecto pionero en la caverna que comenzó a fraguarse hace ya cuatro años. Recuerda Yravedra que por aquel entonces «nos enteramos de que un grupo de espeleólogos estaba trabajando en la gruta». Entonces comenzaron a indagar «y vimos por bibliografía que en ella había materiales del Magdaleniense, en el Paleolítico Superior, explica. Es decir, «datos de hace entre 11.000 y 15.000 años»
Así que, en cierta ocasión, «decidimos entrar con ellos». Su sorpresa fue tal que suscitó una curiosidad inmensa. «Vimos que había un potencial arqueológico increíble», asegura. Y el siguiente paso fue «elaborar un proyecto para presentarlo al Gobierno del Principado». Sólo faltaba un pequeño, pero importante, detalle: «la financiación».
Aún no han conseguido todo el dinero necesario para completar su investigación, «pero de momento haremos todo lo posible con la primera partida», explica el arqueólogo. Después, «para diciembre queremos volver unos días» y seguir con las excavaciones en los distintos puntos de la cueva. Y también para finales de año «queremos presentar un informe detallado de lo que encontramos y analizamos». Las dataciones, dice, «las iremos comprobando con el tiempo».
Tomado de: http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20081014/oriente/hallan-utiles-cazadores-magdalenienses-20081014.html

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