Las visitas a las excavaciones son gratis, pero se deben concertar de antemano
Autor de la imagen: KOPA
Bulle la actividad en el laboratorio del castro de Elviña. Todo son preparativos para subir de nuevo al monte a excavar. Dentro de una semana arrancará la sexta campaña de excavaciones. El convenio para el dinero se firmó en julio. Desde entonces, papeleos y trámites han situado el arranque de las excavaciones en pleno diciembre. No parece el mes más adecuado para trabajar a la intemperie. El coordinador del proyecto, Jose María Bello, responde: «Pues no está estudiado el taparnos. No se puede poner una carpa porque el terreno no es llano». Bello acaba de llegar del Ayuntamiento. El departamento de informática estudia la posibilidad de registrar los datos vía wifi con un ordenador en la propia cata. Las libretas de campo tienen los días contados.
La arqueóloga Begoña González Afuera entra en el laboratorio. Llega con una caja de material recién comprado y listo para llevar al castro. El equipo entero se pone a revisarlo y a comentarlo. «Ah, qué bien. Esto lo vamos a necesitar en la excavación. ¿Te acordaste del compás?».
Estamos rodeados de piezas recogidas en el yacimiento. Solo dos meses de excavaciones pueden generar unas 5.000, así que, el taller está repleto. «Eso ya está siglado y eso no», aclara. «¿Quieres que te explique cómo se sigla?». Sí, por favor. «Utilizamos plumas cargadas con tinta china de color blanco. Con ellas escribimos el código de cada pieza sobre una capa de esmalte transparente. Ponemos cuándo fue encontrada, la unidad estratigráfica (o sea, en qué capa de tierra apareció) y en qué lugar del castro». ¿Y eso no le hace daño a los restos? «No, luego lo quitas con acetona y la pieza no sufre ningún daño. Según González Afuera, «es el procedimiento habitual».
Lo primero que van a hacer es destapar la tercera muralla unos 20 metros. Ahora solo se ve un trocito. Y luego excavar la zona sur. «A ver si damos con una casa romana», afirma Bello. En ese lugar ha aparecido cerámica típica de la época. El taller de metalurgia también está entre los objetivos de esta sexta campaña. Ahora está en marcha el proceso de contratación del equipo de arqueólogos y de adjudicación de la empresa que se encargará de la obra. Otras tareas en proceso son la seguridad del recinto y la adquisición del material de oficina, los uniformes y las casetas de obra. «Ahora hay abundancia de dinero como nunca soñamos que pudo haber». Bello sonríe. Esta vez paga Fomento. Con cargo al 1% cultural. Es el dinero que el ministerio está obligado a invertir en obras del patrimonio histórico español. Serán más de dos millones de euros repartidos en cuatro fases hasta el año 2012. El Ayuntamiento pone el 25%.
Además de ser la campaña con más presupuesto hasta la fecha, también será la más larga. «Es monstruoso. Vamos a acabar reventados», reconoce, pero lo dice lleno de satisfacción. Es consciente de que, esta vez, el castro de Elviña ha sido tocado con la varita mágica del dinero público. A ver si así, sale a la luz todo lo que hay debajo. De momento, solo podemos ver una mínima parte de las 4,5 hectáreas totales. «Es el castro más grande de Galicia: más grande que Baroña y más grande que Santa Tecla. ¿Lo sabías?».
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2008/11/22/0003_7334531.htm
El coordinador del proyecto denuncia la presencia de cazadores furtivos en el yacimiento arqueológico
En el poblado de Elviña vivieron los primeros habitantes de A Coruña. Uno se los imagina dedicándose a encontrar comida, pero han pasado los siglos y, en el lugar, la caza está, a día de hoy, totalmente prohibida. Sin embargo, el arqueólogo coordinador de las excavaciones, Jose María Bello, delata la presencia de furtivos. «Denuncio que hay caza furtiva en el castro de Elviña con riesgo para las excavaciones y para las personas. Y alguien debería tomar cartas en el asunto». El castro se levanta entre el final de la Zapateira, el monte das Cadeiras y los valles de Mesoiro y Feáns. Está ubicado en plena parroquia de San Vicente de Elviña. Rodeado de casas. Algunas están pegadas a la valla que protege el recinto. Dice la Ley de Caza que el límite de seguridad en zonas habitadas es de 100 metros. No se puede practicar en ese perímetro de seguridad. Según fuentes de la consellería, «si alguien lo ve, debe denunciarlo en la Guardia Civil o en Medio Ambiente». Preguntamos a los primeros. En el Seprona «no tienen constancia de caza furtiva en el castro de Elviña».
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2008/11/22/0003_7335434.htm
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mucha suerte con la nueva campaña. Estaremos todos pendientes de vuestro trabajo y totalmente encima de vosotros vigilando lo que haceis con esa millonada.
ResponderEliminarXa me gustaría a min ser do grupo dos que traballan en Elviña, coma parece que se desprende do teu comentario. Pero non, eu son só un afecionado.
ResponderEliminarSaúdos